Los ataques y habilidades de Volibear le otorgan velocidad de ataque, y sus ataques acaban infligiendo daño mágico adicional a los enemigos cercanos.
Para aquellos que aún lo veneran, Volibear es la encarnación de la tormenta. Destructivo, salvaje y decidido, existe desde antes de que los mortales pusieran pie en las tundras de Freljord y protege con fiereza las tierras que creó junto a sus hermanos semidioses. Ha desarrollado un profundo odio por la civilización y la debilidad que, a sus ojos, ha traído consigo, y lucha para regresar a las costumbres de antaño, cuando la tierra era salvaje y la sangre fluía sin reparos. Con sus dientes, sus garras y su atronadora presencia, acaba con todo aquel que se oponga a su visión.